lunes, 16 de marzo de 2009

La conciencia entre las neuronas


Usted despierta cada mañana con la idea clara de quién es. Conoce su nombre, su estado, las personas a las que ama y su lugar sobre el planeta.
Consciente de lo que hace, usted se mueve, habla, asume posiciones y defiende opiniones, mientras tanto, su cerebro se ocupa de que todo esté bien, porque existen ciertas actividades que, aunque importantes, no están bajo su control, como los latidos de su corazón y la respiración.
Entre los límites por alcanzar en la neurología moderna, la localización de la conciencia se encuentra entre los primeros de la lista.
Los neurólogos ya saben que parecen existir dos sistemas, uno que no controlamos y otro que, al parecer, nos da la ligera impresión de que el individuo tiene autoridad completa de la actividad neuronal que mueve su cuerpo y vigila su mente.
Para muchos, la conciencia no nace con nosotros, se va formando a medida que vamos llenando el cerebro con información.
Para otros, estas funciones ya vienen programadas y comienzan a funcionar desde el nacimiento.
Otros más ven una correlación entre ambos sistemas.
Por el momento, la forma en que el cerebro accede a la información consciente no está demostrada inequívocamente.
Como en todo ámbito científico, las opiniones aún están divididas. Muchos neurólogos piensan que existe un lugar particular donde habita la conciencia, pero son los pocos.
La idea que prevalece en la neurología moderna es que la conciencia es, realmente, una propiedad que posee la red global cerebral.
Ahora, un interesante estudio publicado en el diario PLoS Biología sugiere que existen cuatro procesos específicos y separados que se combinan para moldear la “firma” que caracteriza la actividad consciente.
Los científicos observaron la actividad neuronal en voluntarios que eran presentados con dos tipos de estímulos, unos que podían ser percibidos de forma consciente y otros que no.
El doctor Dehaene Gaillard, del hospital francés Inserm, descubrió, mirando los cerebros de los pacientes, que sólo los estímulos que pueden ser percibidos de forma consciente activan estos cuatros sistemas cerebrales.
Espacio trabajo global
Para los expertos, ha sido la convergencia de los cuatro sistemas de la percepción consciente lo que caracteriza la conciencia en el cerebro y no un único portal.
“Los resultados sugieren que, en vez de esperar por un solo marcador, una visión más madura del procesamiento consciente considera que está relacionado con un patrón de escala cerebral distribuido a través de la activación coherente del cerebro”, explicó el neurólogo Lionel Naccache.
El experimento confirma la teoría llamada “Espacio de Trabajo Global” que explica la conciencia como un estado de larga distancia manejado por varios sistemas.
Puede encontrar el artículo original en: http://biology.plosjournals.org/perlserv/?request=get-document&doi=10.1371/journal.pbio.1000061.
Cuatro umbrales hacia nuestra atención
Los resultados determinantes se los debemos a pacientes de epilepsia que decidieron participar como voluntarios.
Estos pacientes habían tenido que franquear procedimientos quirúrgicos de implantes de electrodos directamente en sus cerebros.
Por ello, fue posible la utilización de un sistema distinto para monitorear el cerebro: la grabación electrofisiológica intracerebral de la actividad neuronal.
Los científicos presentaron a los voluntarios palabras impresas donde algunas estaban visualmente enmascaradas y otras no, luego midieron los cambios en la actividad cerebral y el nivel de atención al reparar en las palabras.
“Este método ofrece una oportunidad única para medir correlaciones neuronales de acceso consciente con resoluciones óptimas en lo espacial y lo temporal.
Al comparar la actividad, aislamos cuatro marcadores electrofisiológicos que caracterizaban el acceso consciente 300 microsegundos después de percibir la palabra”, explicó Gaillard.