Sin embargo, Fernando Rozzi, un experto del Centre National de la Récherche Scientifique (París), cree que tiene la respuesta: no hay Neandertales entre nosotros porque nos los comimos a todos. El trabajo ha sido publicado en el Journal of Anthropological Sciences y –como era de esperar- ha levantado gran revuelo en la comunidad científica. Pero Rozzi parece tener pruebas irrefutables de que –hace 300 siglos- cenábamos Neandertales a la luz de la hoguera en nuestras confortables cavernas. Su conclusión se basa en las marcas se existen en una mandíbula de Neandertal encontrada en Les Rois, un sitio del suroeste de Francia. Los cortes que presenta este (¿apetitoso?) hueso coinciden al detalle con otros encontrados en osamentas de ciervos y demás animales que sirvieron de alimento a los seres humanos de esa época. “Ese Neandertal tuvo un final violento en manos de un antepasado nuestro, que luego se lo comió", dice Rozzi en su artículo.
La conclusión de Rozzi, a pesar de lo controvertida que resulta, tiene muchas probabilidades a su favor. Existen una gran cantidad de pruebas circunstanciales que abonan la idea de que los Neandertales fueron aniquilados por los seres humanos. Se sabe que las tribus de estos homínidos abundaban en la Europa de hace unos 300.000 años, y la gran mayoría se las ingenió para sobrevivir varias edades de hielo antes de desaparecer hace unos 30.000 años. Puede ser una coincidencia, pero esa es aproximadamente la fecha en que los seres humanos llegaron al continente, provenientes de África. Es posible (y solo posible) que el largo viaje nos haya abierto el apetito, y los Neandertales nos hayan servido de aperitivo.
Las teoría barajadas hasta hoy básicamente proponían que la razón por la que no existen Neandertales entre nosotros eran la escasez de alimento por la competencia que suponían los Homo Sapiens, o que murieron porque estaban peor adaptados que nosotros a los cambios climáticos. Y si bien todo eso probablemente sea cierto, ahora se le suma otra posible causa a su desaparición: sirvieron de alimento a nuestros antepasados.