Este año se cumplieron doscientos años del nacimiento de Charles Darwin y ciento cincuenta de la publicación del libro que lo haría famoso, en el que contaba su explicación de cómo evolucionaron todos los seres vivos. Pero Darwin nada dijo en aquel momento sobre la evolución del hombre. Tuvo miedo del escándalo.
Era una época difícil para contrariar a la religión, y sufrió mucho por las discusiones que se desprendieron de su teoría. Por eso fue que tardó doce años en animarse a publicar algo sobre el ser humano. Para ese momento la idea de que el hombre no había permanecido aparte de la evolución ya había conseguido suficiente apoyo científico y social.
En esto ayudaron bastante unos huesos fósiles descubiertos en la cueva de Feldhofer, Alemania, en 1856, tres años antes de que Darwin publicase El origen de las especies.
Esa cueva estaba ubicada en el valle del río Neander, razón por la que al fósil lo llamaron “Hombre de Neanderthal”.
La paleoantropología es la rama de la ciencia que estudia la evolución del hombre y sus antepasados. Esta especialidad nació junto con el descubrimiento de este neandertal, que llegó para poner en entredicho el que el hombre fuese especial, un ser único al que la evolución no podía tocar.
El Hombre de Neanderthal estaba allí, muy diferente a nosotros en el aspecto físico, y tenía tanta antigüedad como para ser llamado pariente y hasta antepasado evolutivo del hombre.
Pero empezaron mal desde el principio. Una reconstrucción errónea de los huesos los equiparó con un mono tonto, razón suficiente para no merecer ser parte de la familia humana.
Los científicos de la época creían que eran demasiado brutos como para tener un comportamiento inteligente.
Le llevó poco más de 150 años a la paleoantropología quitarle al Neandertal el mote de cavernícola bruto, achaparrado y tosco. En el camino, el Hombre de Neanderthal les hizo comprender a los científicos que la humanidad no era diferente, que había evolucionado a partir de seres diferentes. Y que en un momento dado del pasado no hubo un solo representante del género humano sino que hubo dos: nosotros, los Homo sapiens, y nuestros primos, los Homo neanderthalensis.
Una de las incógnitas más grandes de la paleoantropología es saber cómo fue el encuentro y la convivencia entre estas dos especies, ya que sabemos que los neandertales hoy ya no existen, y a la fecha se sabe que los restos fósiles más recientes son de hace unos 35 mil años.
Lo primero que se pensó fue que nosotros, los Homo sapiens, los matamos. Es el típico pensamiento occidental. Una cultura superior llega y desbanca a la inferior. Esto se creyó hasta hace al menos unos veinte años. Los neandertales eran vistos como nuestros primos brutos e inferiores.
¿Pero cómo es posible que hayan vivido unos 200 mil años en Europa y Medio Oriente antes del encuentro si eran tan inferiores?
EL SABOR DEL ENCUENTRO
Hoy en día se sabe que los neandertales y los sapiens tenían una tecnología y un comportamiento similares al momento del encuentro. Ya ningún científico cree en el neandertal bruto que cazaba grandes presas con tecnología ineficiente.
Estudios recientes como los de la cueva Gorham –en Gibraltar– y Bolombor –en Valencia, España– han probado que también cazaban presas menores y mamíferos marinos, e incluso se sabe que comían pescado en la cueva Saint–Césaire, Francia, y vegetales en Shanidar, Irak.
¿Pero qué ocurrió cuando estas dos especies se encontraron, tan diferentes en el aspecto físico, pero no tanto en su adaptación al medio?
La teoría dominante hasta hace algunos años que explicaba este evento se llama Fuera de Africa, y su contraparte no tan aceptada era la Teoría Multirregional.
Ambos eran modelos extremistas que intentaban explicar cómo es que actualmente sólo estamos nosotros, pero 35 mil años atrás había dos especies humanas en Europa.
Fuera de Africa decía que las poblaciones arcaicas, como los neandertales, fueron reemplazados totalmente por los sapiens que se originaron en Africa y luego conquistaron el mundo entero. ¿Cómo? La principal explicación era que los sapiens eran superiores y terminaron aniquilando a las especies anteriores en la competencia por el medio ambiente.
La Teoría Multirregional abogaba por una continuidad de las especies. O sea que creían que nuestra especie, los Homo sapiens, no se había originado en un solo lugar sino que habría evolucionado a partir de todas las especies arcaicas, como los Homo neanderthalensis.
Hoy en día estos dos modelos están intelectualmente muertos. Se han refutado estas teorías tan radicales en base a pruebas paleontológicas.
En los últimos diez años ha habido un consenso en derredor de un modelo que estaría en medio de las dos teorías anteriormente mencionadas: la emergencia de los humanos modernos en Africa con una convivencia y absorción de las poblaciones arcaicas (neandertales) en grados variados.
Hoy sabemos que el Homo sapiens se originó hace unos 200 mil años en Africa; existen pruebas fósiles y también del lado de la genética. Razón por la cual ha quedado totalmente descartada la Teoría Multirregional.
Sigue siendo igualmente una de las ideas más aceptadas la de la conquista total del mundo por parte de los Homo sapiens, si bien con muchas variantes. Hoy en día se basa en los restos arqueológicos, como herramientas líticas, y en la genética, no tanto en huesos fósiles.
La mayoría de los científicos dedicados a la paleoantropología asumen que estos sapiens que conquistaron el mundo eran superiores en genética, tecnología, cultura e intelecto. En el proceso de expansión por el mundo aniquilaron o les ganaron en competición a las especies arcaicas, los neandertales entre ellas.
Pero lo cierto es que todo esto es muy especulativo: no hay pruebas de que haya existido un encuentro entre neandertales y humanos modernos en Europa.
EL ULTIMO NEANDERTAL
Los últimos neandertales se cree que sobrevivieron hasta hace unos 30 a 25 mil años en la Península Ibérica. En el este europeo ya habían desaparecido 42 mil años atrás.
Ahora, los restos fósiles de Homo sapiens más antiguos de Europa tienen 35 mil años de antigüedad, y son del yacimiento de Pestera cu Oase, en Rumania.
Estos fósiles presentan rasgos arcaicos, no son “tan modernos” como los Homo sapiens que poblaron luego al continente europeo y el mundo entero. Por lo que algunos pocos científicos los consideran híbridos de neandertales y humanos modernos.
No está probado, ni mediante restos líticos ni por los fósiles, que los neandertales y los Homo sapiens hayan coexistido en tiempo y espacio en Europa, así que un encuentro entre las dos especies, haya sido violento o con hibridación, es únicamente especulativo.
Ahora, la ola colonizadora que llevó a los Homo sapiens desde su Africa natal hasta las costas de Australia y América, se inició hace unos 50 mil años. Pero antes de eso, unos 130 mil años atrás, nuestros antepasados ya habían salido de Africa para asentarse en Medio Oriente, lugar en el que ya vivían los neandertales desde antes.
Existen pruebas de que allí sí convivieron en el mismo espacio sapiens y neandertales durante unos 50 mil años, o sea, hasta unos 75 mil años atrás, razón de que se crea que esos sapiens de rasgos arcaicos puedan ser híbridos de estas dos especies.
¿Por qué entonces se especula que después de tantos miles de años de convivencia los sapiens se hayan largado en una carrera aniquiladora?
Los estudios más recientes han dado razones para aceptar una explicación diferente. Existe un consenso entre diversos paleoantropólogos en aceptar que los neandertales ya estaban en retroceso por culpa de varios cientos de años de un clima muy cambiante y poco benigno en toda Europa y en Medio Oriente también. Los mismos sapiens tuvieron que repoblar Medio Oriente desde Africa. Y si se dio un encuentro durante ese nuevo repoblamiento, se acepta que los neandertales podrían haber desaparecido porque los sapiens los asimilaron genética y culturalmente. Eran menos, así que fueron absorbidos.
Por Martín Cagliani
(Página 12)
viernes, 6 de noviembre de 2009
martes, 25 de agosto de 2009
72.000 años de débito con el fuego
Los primeros seres humanos modernos ya empleaban la tecnología del fuego para fabricar herramientas de piedra hace 72.000 años en el sur de África, según un estudio internacional publicado este jueves en la revista Science. "Hemos descubierto que los primeros hombres modernos, hace 72.000 años, o incluso 164.000 años, en la costa de la actual Sudáfrica, utilizaban un fuego minuciosamente controlado para, tras un procedimiento complejo, calentar la piedra y alterar sus propiedades", afirmó Kyle Brown, de la Universidad del Cabo en Sudáfrica, uno de los principales autores de este estudio. Hasta ahora los rastros más antiguos conocidos de utilización del calor para fabricar herramientas se remontaban a hace 25.000 años en Europa, indicó la AFP. "Nuestro hallazgo de este uso del fuego muestra que estos primeros hombres modernos controlaban el fuego de una manera moderada y sofisticada", añadió Brown. Restos de silcreta, una amalgama de sílice capaz de ser trabajada al contacto con el calor, fueron encontrados enterrados en un hogar en el sitio arqueológico de Pinnacle Point, en Sudáfrica. Los arqueólogos repitieron la técnica empleada por los humanos prehistóricos. "Los resultados fueron sorprendentes", dijo Curtis Marean, paleoantropólogo y profesor de la Universidad de Arizona. "Después de calentada, la silcreta tomó un color rojo profundo y era fácilmente desmenuzable. Además, era muy parecida a la encontrada en el hogar del sitio arqueológico. Al utilizar esta silcreta calentada, éramos capaces de producir copias muy realistas de las herramientas originales", explicó Marean. Las herramientas fabricadas hace 72.000 años eran "excelentes cuchillos y armas de caza". "Nuestro descubrimiento demuestra que estos primeros hombres modernos tenían un conocimiento elaborado" del uso del fuego, agregó. "La expresión de este conocimiento tecnológico por estos primeros hombres modernos en la costa meridional de Sudáfrica nos aporta pruebas suplementarias de que este lugar puede ser origen de los antepasados de todos los hombres modernos, que aparecieron en África hace entre 100.000 y 200.000 años", continuó Marean. Hace unos 50.000 o 60.000 años, "estos hombres modernos dejaron el clima cálido de África y fueron hacia el ambiente helado de Europa y Asia, donde se encontraron con los hombres de Neandertal", explicó el profesor. Las poblaciones de Neandertal se extinguieron hace alrededor de 35.000 años, y los hombres modernos dominaron de España a China pasando por Australia. El trabajo fue realizado por investigadores de la Universidad del Cabo; de Liverpool, en Inglaterra, de Wollongong, en Australia, y de Burdeos, en Francia.
miércoles, 29 de julio de 2009
La explosión demográfica empezó antes de la agricultura
Un paso más en la comprensión de nuestros orígenes.
La evidencia genética revela que las poblaciones humanas comenzaron a expandirse en tamaño en África durante la Edad de Piedra Tardía, en el Paleolítico Superior, hace aproximadamente 40.000 años, según un estudio de la Universidad de Arizona en Estados Unidos que se publica en la revista 'PLOS ONE'.
Los investigadores, dirigidos por Michael F. Hammer, descubrieron que las poblaciones subsaharianas crecieron en tamaño mucho antes del desarrollo de la agricultura. Esta investigación apoya la hipótesis de que el crecimiento de la población jugó un papel importante en la evolución de las culturas humanas a finales del Pleistoceno.
Las reconstrucciones del momento temporal y la magnitud de los cambios en el tamaño de la población humana son importantes para la comprensión de la evolución de la especie humana. Ha existido durante largo tiempo un importante desacuerdo sobre si los humanos comenzaron a aumentar en número como resultado de las innovaciones tecnológicas y/o las conductas formuladas por los grupos de cazadores-recolectores en el Pleistoceno Superior o con la llegada de la agricultura en el Neolítico.
La investigación integra aspectos genéticos empíricos con descubrimientos en paleontología y arqueología para ayudar a proporcionar respuestas a las cuestiones interdisciplinares sobre qué clases de innovaciones condujeron al éxito evolutivo de la humanidad.
La investigación integra aspectos genéticos empíricos con descubrimientos en paleontología y arqueología para ayudar a proporcionar respuestas a las cuestiones interdisciplinares sobre qué clases de innovaciones condujeron al éxito evolutivo de la humanidad.
Los investigadores de la Universidad de Arizona junto con colaboradores de la Universidad de California en San Francisco recopilaron el material genético de aproximadamente 184 individuos de siete poblaciones humanas y utilizaron un método informático para simular la evolución de los linajes humanos a lo largo del tiempo.
Los investigadores descubrieron que tanto los grupos de cazadores-recolectores como los productores de comida se adaptaban mejor a los modelos con un crecimiento de población diez veces superior que comenzaban bastante antes del origen de la agricultura.
Según explican los investigadores, por primera vez fue posible investigar el momento temporal de expansión de la población humana utilizando estadísticas sofisticadas a grandes cantidades de datos genéticos en múltiples poblaciones subsaharianas africanas contemporáneas.
Los autores realizaron un diseño experimental más específico y utilizaron superordenadores para determinar que esta expansión en el tamaño de la población comenzó probablemente al inicio de la Edad de Piedra Tardía, un periodo de la prehistoria que muestra una intensificación de yacimientos arqueológicos, un incremento en la abundancia de tecnologías líticas y un aumento de los intercambios entre distancias largas. El siguiente paso en el proyecto es reunir más datos para evaluar más poblaciones y partes adicionales del genoma.
MADRID, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
sábado, 11 de julio de 2009
Comienza excavación de gran escala en yacimiento del Hombre de Pekín
Un grupo de paleoantropólogos chinos inició el miércoles un proyecto de refuerzo y excavación en las cuevas de Zhoukoudian, ubicadas en los alrededores de Beijing, donde se encontró en los años 20 del siglo pasado el primer cráneo del Hombre de Pekín (Homo erectus pekinensis). Se trata del primer proyecto a gran escala de los últimos 72 años, durante el cual paleoantropólogos chinos excavarán 20 metros cuadrados a lo largo del muro occidental de la cueva No.1, reveló Gao Xing, subdirector e investigador del Instituto de Paleontología Vertebrada y Paleoantropología (IPVP) de la Academia de Ciencias de China, en una conferencia de prensa celebrada hoy. La cueva No.1, donde se encontró el primer cráneo completo del Hombre de Pekín, tenía 20 metros de ancho y 140 metros de profundidad hasta que el techo se derrumbó recientemente. El proyecto iniciado hoy, de cuatro meses de duración, tiene entre otros por objetivo evitar que también se derrumbe el muro occidental de la cueva, dijo Gao. "Encontramos una larga grieta longitudinal y piedras sueltas en el muro. Podría derrumbarse en cualquier momento. Si ocurre esto, podría dañar seriamente las reliquias conservadas en la cueva", explicó Gao. Esta sección constituye la secuencia más completa de asentamiento de estrato con depósitos de reliquias de gran importancia, añadió. La erosión natural ha causado considerables daños puesto que la cueva ha estado expuesta al aire durante un largo tiempo y las excavaciones de los años 20 y 30 del siglo pasado no la protegieron adecuadamente, Gao dijo a Xinhua. Durante el primer mes, los científicos del IPVP se ocuparán de las grietas y trabajarán en el resto de la sección entre agosto y octubre. Esperan que este proyecto ayude a solucionar algunos de los mayores problemas de la investigación. "No tenemos una cronología precisa para el yacimiento de Zhoukoudian.
Las últimas muestras fueron recogidas y fechadas en los años 80 del siglo pasado, cuando las tecnologías de datación todavía no estaban establecidas. Esta vez, recogeremos más muestras de cada estrato geográfico y emplearemos las últimas tecnologías", señaló Gao. También se realizarán más esfuerzos para explicar el desarrollo de los depósitos de las reliquias en la cueva, dijo Gao. "Los depósitos contienen rastros de seres humanos, animales antiguos y cambios del ambiente natural. El proyecto nos permitirá comprender mejor cuándo los seres humanos se establecieron en la cueva, cuándo comenzaron a usar el fuego y cuándo y qué tipo de cambios climáticos tuvieron lugar", precisó. Además de investigar las muestras y nuevos objetos desenterrados y reforzar el muro, los paleoantropólogos también instalarán más carteles explicativos detallados para los visitantes. El grupo de científicos comenzó a prepararse para la evacuación en mayo con el trazado de un mapa de la sección mediante una tecnología de escáner láser en tres dimensiones, que aporta datos altamente fiables, dijo Gao. Hasta marzo se creía que el Hombre de Pekín, un Homo erectus capaz de servirse de herramientas, vivió entre 400.000 y 500.000 años atrás en las cuevas de Zhoukoudian, pero científicos chinos descubrieron mediante un nuevo método de datación radioactivo, que en realidad habitaron este lugar hasta 700.000 años atrás. En diciembre de 1929 el arqueólogo chino Pei Wenzhong halló el primer cráneo completo del Hombre de Pekín, junto con numerosas herramientas de piedra y pruebas de que sabía usar el fuego. En 1936, el técnico que posteriormente se convirtió en arqueólogo Jia Lanpo, desenterró tres cráneos. En total, se encontraron fósiles pertenecientes a 40 individuos y más de 100.000 herramientas. No obstante las excavaciones a gran escala se detuvieron en 1937 cuando el ejército japonés invadió China. El yacimiento del Hombre de Pekín fue incluido en la lista de Patrimonios Mundiales de la Humanidad de la UNESCO en diciembre de 1987 .(Xinhua)25/06/2009
Inaugurada la mayor exposición en España
Celebra a lo grande el 'Año Darwin'
MADRID, 10 Jul. (EUROPA PRESS)
Hasta enero de 2010 el Museo Nacional de Ciencias Naturales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) acoge la exposición 'Evolución de Darwin'. Una muestra organizada para celebrar a lo grande el 'Año Darwin', que conmemora el 200 aniversario del nacimiento del científico y los 150 años de la publicación de su obra más célebre, El origen de las especies.
El objetivo principal de la exposición es mostrar de forma actualizada las bases y principios científicos de la Teoría de la Evolución. Así, el secretario de Estado de Investigación, del Ministerio de Ciencia e Innovación (MICINN), Carlos Martínez Alonso afirmó en su discurso que la trascendencia de Darwin radica en que "fue capaz de evidenciar que la especie humana evoluciona a partir de las oportunidades que ofrece el entorno, demostrando que la adaptación y el progreso son posibles".
La muestra contiene piezas del MNCN y del Museo Nacional de Antropología: pliegos de herbarios, libros de botánica del siglo XVIII, cartas manuscritas de Darwin, facsímiles y una momia egipcia de Ibis. También, se expondrán piezas de una muestra internacional sobre Darwin organizada por el American Museum of Natural History de Nueva York, el Museum of Science de Boston, el Field Museum de Chicago, el Royal Ontario Museum de Toronto y el Natural History Museum de Londres.
'La evolución de Darwin' se divide en cinco apartados temáticos: el contexto científico antes del siglo XVIII, los precursores de Darwin, la historia y biografía de Darwin, la genética, y el darwinismo en España.
En el apartado de 'Contexto científico antes del XVIII. El mundo antes de Darwin', la muestra acoge la reproducción del gabinete del médico danés Ole Worm (1588-1654). En esa época, los gabinetes de curiosidades contenían objetos raros y muestras de descubrimientos de las primeras exploraciones. Se guardaban objetos raros que incluía desde artefactos nativos del Nuevo Mundo a animales disecados o fósiles, pero no se estudiaban de forma científica.
En la sección 'Los precursores de Darwin. Contexto religioso-social de la época', se expone cómo a partir del siglo XVIII comenzó a describirse y clasificarse el mundo natural y se explica la importancia de figuras como Carl von Linneo o Georges Cuvier. Sus investigaciones propiciaron que a principios del siglo XIX los pensadores comenzaran a formular la hipótesis de que las especies se habían modificado a lo largo del tiempo y descendían de antepasados comunes.
A BORDO DEL BEAGLE
En la sección de 'Historia y biografía de Darwin' se recogen los aspectos más relevantes de la vida del científico inglés: las circunstancias que marcaron su personalidad, su labor de investigación y el reconocimiento público nacional e internacional a su producción científica.
Esta parte incluye, además, sus estudios a bordo del Beagle y el impacto que tuvo en la sociedad la publicación de El origen de las especies. También incluye detalles de la vida del naturalista a su regreso a Londres y sus aspectos más personales, como sus dudas sobre el matrimonio.
En el apartado 'La Genética' se describen los desarrollos de la investigación en biología evolutiva, la genética y sus avances en las últimas décadas hasta llegar a las teorías y aplicaciones que se hacen en la actualidad.
Al acto inaugural han acudido el presidente del CSIC, Rafael Rodrigo; el director del Museo Nacional de Ciencias Naturales, Alfonso Navas; el director gerente de la Fundación Banco Santander, Javier Aguado; y el administrador de la Fundación Calouste Gulbenkian, Diogo de Lucena.
Hasta enero de 2010 el Museo Nacional de Ciencias Naturales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) acoge la exposición 'Evolución de Darwin'. Una muestra organizada para celebrar a lo grande el 'Año Darwin', que conmemora el 200 aniversario del nacimiento del científico y los 150 años de la publicación de su obra más célebre, El origen de las especies.
El objetivo principal de la exposición es mostrar de forma actualizada las bases y principios científicos de la Teoría de la Evolución. Así, el secretario de Estado de Investigación, del Ministerio de Ciencia e Innovación (MICINN), Carlos Martínez Alonso afirmó en su discurso que la trascendencia de Darwin radica en que "fue capaz de evidenciar que la especie humana evoluciona a partir de las oportunidades que ofrece el entorno, demostrando que la adaptación y el progreso son posibles".
La muestra contiene piezas del MNCN y del Museo Nacional de Antropología: pliegos de herbarios, libros de botánica del siglo XVIII, cartas manuscritas de Darwin, facsímiles y una momia egipcia de Ibis. También, se expondrán piezas de una muestra internacional sobre Darwin organizada por el American Museum of Natural History de Nueva York, el Museum of Science de Boston, el Field Museum de Chicago, el Royal Ontario Museum de Toronto y el Natural History Museum de Londres.
'La evolución de Darwin' se divide en cinco apartados temáticos: el contexto científico antes del siglo XVIII, los precursores de Darwin, la historia y biografía de Darwin, la genética, y el darwinismo en España.
En el apartado de 'Contexto científico antes del XVIII. El mundo antes de Darwin', la muestra acoge la reproducción del gabinete del médico danés Ole Worm (1588-1654). En esa época, los gabinetes de curiosidades contenían objetos raros y muestras de descubrimientos de las primeras exploraciones. Se guardaban objetos raros que incluía desde artefactos nativos del Nuevo Mundo a animales disecados o fósiles, pero no se estudiaban de forma científica.
En la sección 'Los precursores de Darwin. Contexto religioso-social de la época', se expone cómo a partir del siglo XVIII comenzó a describirse y clasificarse el mundo natural y se explica la importancia de figuras como Carl von Linneo o Georges Cuvier. Sus investigaciones propiciaron que a principios del siglo XIX los pensadores comenzaran a formular la hipótesis de que las especies se habían modificado a lo largo del tiempo y descendían de antepasados comunes.
A BORDO DEL BEAGLE
En la sección de 'Historia y biografía de Darwin' se recogen los aspectos más relevantes de la vida del científico inglés: las circunstancias que marcaron su personalidad, su labor de investigación y el reconocimiento público nacional e internacional a su producción científica.
Esta parte incluye, además, sus estudios a bordo del Beagle y el impacto que tuvo en la sociedad la publicación de El origen de las especies. También incluye detalles de la vida del naturalista a su regreso a Londres y sus aspectos más personales, como sus dudas sobre el matrimonio.
En el apartado 'La Genética' se describen los desarrollos de la investigación en biología evolutiva, la genética y sus avances en las últimas décadas hasta llegar a las teorías y aplicaciones que se hacen en la actualidad.
Al acto inaugural han acudido el presidente del CSIC, Rafael Rodrigo; el director del Museo Nacional de Ciencias Naturales, Alfonso Navas; el director gerente de la Fundación Banco Santander, Javier Aguado; y el administrador de la Fundación Calouste Gulbenkian, Diogo de Lucena.
sábado, 27 de junio de 2009
Primera imagen de la génesis cerebral de la memoria
MADRID, 19 Jun. (EUROPA PRESS) - La habilidad de aprender a establecer nuevos recuerdos es esencial para nuestra existencia cotidiana e identidad; nos capacita para movernos por el mundo. Un nuevo estudio de investigadores del Montreal Neurological Institute and Hospital, y de las universidades McGill y California en Los Angeles, han capturado una imagen del primer momento de activación de un mecanismo, concretamente la translación de una proteína, que desencadena la formación de la memoria a largo plazo.
El hallazgo proporcina la primera evidencia visual de que cuando una nueva memoria se forma, nuevas proteínas son producidas de forma localizada en la sinapsis --la conexión entre las células nerviosas-- incrementando la fuerza de la conexión sináptica y reforzando la memoria. El estudio publicado en 'Science' es importante para el entendimiento de cómo se forman las trazas de memoria, y la habilidad para seguirlas en tiempo real permitirá una mejor comprensión de cómo se forma la memoria.
Cuando se considera qué puede pasar en el cerebro a nivel molecular es preciso tener en cuenta dos propiedades esenciales de la memoria. La primera, porque un montón de información necesita ser mantenida durante un largo tiempo y tiene que existir algún grado de estabilidad. En segundo lugar, permitir el aprendizaje y la adaptación al sistema también precisa ser altamente flexible, informa Science Daily.
Por esta razón, la investigación se centró en las sinapsis, que son el principal punto de intercambio y almacenamiento en el cerebro. Forman una vasta pero también constante red de fluctuación y conexiones cuya habilidad para cambiar y adapatarse, denominada plasticidad sináptica, puede ser la base fundamental del aprendizaje y la memoria.
"Pero, si esta red está cambiando constantemente, la cuestión es cómo determinar la formación de las memorias. Se ha sabido durante algún tiempo que un paso importante en la formación de la memoria a largo plazo es la translación, o producción, de nuevas proteinas localizadas en la sinapsis, que refuerzan la conexión sináptica en la incorporación de una memoria, algo que hasta ahora nunca se había registrado en imágenes", explicó el doctor Wayne Sossin, neurocientífico y coautor del estudio.
Para ese registro, los investigadores utilizaron como 'reportador translacional' una proteina fluorescente que puede ser fácilmente detectada y seguida (en la imagen).
El hallazgo proporcina la primera evidencia visual de que cuando una nueva memoria se forma, nuevas proteínas son producidas de forma localizada en la sinapsis --la conexión entre las células nerviosas-- incrementando la fuerza de la conexión sináptica y reforzando la memoria. El estudio publicado en 'Science' es importante para el entendimiento de cómo se forman las trazas de memoria, y la habilidad para seguirlas en tiempo real permitirá una mejor comprensión de cómo se forma la memoria.
Cuando se considera qué puede pasar en el cerebro a nivel molecular es preciso tener en cuenta dos propiedades esenciales de la memoria. La primera, porque un montón de información necesita ser mantenida durante un largo tiempo y tiene que existir algún grado de estabilidad. En segundo lugar, permitir el aprendizaje y la adaptación al sistema también precisa ser altamente flexible, informa Science Daily.
Por esta razón, la investigación se centró en las sinapsis, que son el principal punto de intercambio y almacenamiento en el cerebro. Forman una vasta pero también constante red de fluctuación y conexiones cuya habilidad para cambiar y adapatarse, denominada plasticidad sináptica, puede ser la base fundamental del aprendizaje y la memoria.
"Pero, si esta red está cambiando constantemente, la cuestión es cómo determinar la formación de las memorias. Se ha sabido durante algún tiempo que un paso importante en la formación de la memoria a largo plazo es la translación, o producción, de nuevas proteinas localizadas en la sinapsis, que refuerzan la conexión sináptica en la incorporación de una memoria, algo que hasta ahora nunca se había registrado en imágenes", explicó el doctor Wayne Sossin, neurocientífico y coautor del estudio.
Para ese registro, los investigadores utilizaron como 'reportador translacional' una proteina fluorescente que puede ser fácilmente detectada y seguida (en la imagen).
lunes, 22 de junio de 2009
«Un ateo blasfemo»
El perdón del Papa
Cuando, en 1859, Charles Darwin acuñó el evolucionismo, la Iglesia puso el grito en el cielo y tachó su teoría de «quimera de un ateo blasfemo». El evolucionismo fue tajantemente rechazado por la Iglesia hasta el pontificado de Pío XII, el primer Papa que dejó entrever la posibilidad de que no fuese absolutamente incompatible con la fe. Pero la rehabilitación del darwinismo tardó en llegar.
El Pontífice que tuvo el arrojo de pedir perdón y rehabilitar a Darwin fue Juan Pablo II, el Papa perdonador. El 24 de octubre de 1996 Wojtyla reconocía públicamente que el evolucionismo «es ya más que una sola hipótesis». Todavía entonces, algunos fundamentalistas católicos se escandalizaron. Y es que, durante muchos siglos, la Iglesia había sostenido y explicado el origen del Universo y de la especie humana ateniéndose literalmente al relato bíblico del Génesis, en el que Dios crea el mundo en siete días y al hombre del barro de la tierra.
Aunque también es cierto que, en el último cuarto del siglo XIX, un colectivo de clérigos y científicos católicos había apostado por conciliar el evolucionismo con la fe. Era el darwinismo católico. Con eximios representantes también en España, como el sacerdote Juan González de Arintero (1860-1928) o el cardenal Primado de Toledo, Ceferino González y Díaz Tuñón (1831-1894).
Estos y otros importantes eclesiásticos del evolucionismo cristiano tuvieron que hacer frente a las duras críticas de sus adversarios. Por ejemplo, la escritora Emilia Pardo Bazán, lanzaba, en 1877, una soflama contra ellos en la revista católica 'Ciencia Cristiana'. Pero los conciliadores se fueron imponiendo también en el seno de la Iglesia y esta tendencia alcanzó su culmen en la obra del jesuita francés Teilhard de Chardin. Y la consiguiente 'bendición' por parte de Roma.
De hecho, a partir del Concilio Vaticano II (1962-1965) y sobre todo de la explicitación del Papa Wojtyla, la fe cristiana no tiene dificultad en asumir el evolucionismo. Con una condición: que se admita una acción peculiar de Dios que determina el paso de lo que es animal o lo que es persona mediante la infusión del alma humana. Lo que en ningún caso puede admitir un cristiano es un evolucionismo puramente materialista, que no explique la diferencia esencial entre el hombre y los demás seres inferiores.
El Pontífice que tuvo el arrojo de pedir perdón y rehabilitar a Darwin fue Juan Pablo II, el Papa perdonador. El 24 de octubre de 1996 Wojtyla reconocía públicamente que el evolucionismo «es ya más que una sola hipótesis». Todavía entonces, algunos fundamentalistas católicos se escandalizaron. Y es que, durante muchos siglos, la Iglesia había sostenido y explicado el origen del Universo y de la especie humana ateniéndose literalmente al relato bíblico del Génesis, en el que Dios crea el mundo en siete días y al hombre del barro de la tierra.
Aunque también es cierto que, en el último cuarto del siglo XIX, un colectivo de clérigos y científicos católicos había apostado por conciliar el evolucionismo con la fe. Era el darwinismo católico. Con eximios representantes también en España, como el sacerdote Juan González de Arintero (1860-1928) o el cardenal Primado de Toledo, Ceferino González y Díaz Tuñón (1831-1894).
Estos y otros importantes eclesiásticos del evolucionismo cristiano tuvieron que hacer frente a las duras críticas de sus adversarios. Por ejemplo, la escritora Emilia Pardo Bazán, lanzaba, en 1877, una soflama contra ellos en la revista católica 'Ciencia Cristiana'. Pero los conciliadores se fueron imponiendo también en el seno de la Iglesia y esta tendencia alcanzó su culmen en la obra del jesuita francés Teilhard de Chardin. Y la consiguiente 'bendición' por parte de Roma.
De hecho, a partir del Concilio Vaticano II (1962-1965) y sobre todo de la explicitación del Papa Wojtyla, la fe cristiana no tiene dificultad en asumir el evolucionismo. Con una condición: que se admita una acción peculiar de Dios que determina el paso de lo que es animal o lo que es persona mediante la infusión del alma humana. Lo que en ningún caso puede admitir un cristiano es un evolucionismo puramente materialista, que no explique la diferencia esencial entre el hombre y los demás seres inferiores.
por JOSÉ MANUEL VIDAL
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